Brandon Sanderson: el nuevo amo de la literatura fantástica
Desde hace más de 15 años, Brandon Sanderson se ha consagrado como el padre de la literatura fantástica contemporánea. Con más de 30 libros publicados y decenas de apariciones en la lista de los libros más vendidos del ‘New York Times’, se puede afirmar que el legado de Sanderson en este género de la literatura perdurará en la historia junto con grandes nombres como J. R. R. Tolkien, Ursula K. Le Guin, C. S. Lewis, George R. R. Martin, Robert Jordan y Patrick Rothfuss.
Desde que era adolescente, Sanderson empezó a escribir sus propias historias y, poco a poco, fue entretejiendo todos los mundos en los que querría narrar las aventuras épicas de sus personajes en el futuro. Dejando de lado su carrera de bioquímica en la universidad y enfocándose en la literatura, este prolífico escritor cuenta que ya tenía escritas más de una docena novelas en el 2003, a pesar de que ninguna editorial parecía interesada en ellas.
Sin pensar mucho en los rechazos, Sanderson siguió escribiendo hasta que, un día, la editorial estadounidense Tor Books compró su libro ‘Elantris’ y lo publicó. De ahí en adelante, su vida y la de millones de lectores alrededor del mundo cambió.
Hoy, con 46 años, este hombre –nacido en Lincoln, Nebraska– es uno de los fenómenos de la literatura fantástica y de la ciencia ficción. Ha vendido más de 21 millones de copias de sus libros alrededor del mundo y, además, ha sido traducido a más de 25 idiomas.
Quizás lo que más enamora a los lectores de las historias de Sanderson es que la mayoría de ellas (‘Nacidos de la bruma’, ‘El archivo de las tormentas’, entre otras) se ubican en un mismo macrouniverso que el autor ha pasado décadas perfeccionando: el Cosmere.
En charla con EL TIEMPO, Sanderson también nos contó sobre el desafío de finalizar la famosa saga ‘La rueda del tiempo’, cuando murió su autor Robert Jordan, que luego fue convertida en serie por Amazon Prime Video, y que es una de las sagas favoritas de su dueño, el multimillonario Jeff Bezos.
¿Cómo fue en el inicio el proceso de crear un universo que, en el futuro, albergaría más de la mitad de su obra?
Lo primero que recuerdo es ser un joven que leía libros y que quería contar las historias de los personajes secundarios en su cabeza. Podía estar leyendo algo de Anne McCaffrey, me topaba con un personaje secundario y empezaba a preguntarme: ‘¿Quién será este personaje? ¿Cuál será su historia?’. Y ya que la autora no me la contaba, yo me la inventaba en mi cabeza.
Eventualmente leía otro libro y, mentalmente, decidía que ese personaje secundario, sobre el cual había ideado una historia, también aparecería en ese otro libro. Y así fue como nació Hoid, un personaje recurrente en el Cosmere. El otro momento clave fue cuando leí las novelas de Fundación y de robots, de Isaac Asimov, y cuando, eventualmente, vi que esas dos series se conectaban. Eso fue algo asombroso para mí. Creo que señalo esos dos momentos como los fundacionales para mi decisión de crear el Cosmere.
¿Qué pasó después?
Como quería ser escritor, eventualmente entendí que no podía vender el libro dos si no había vendido el libro uno. Así que escribí trece novelas antes de vender la primera. Y esas trece novelas incluían solo una secuela. Había doce nuevos mundos, doce nuevas historias, doce nuevos libros porque me di cuenta de que si la editorial rechazaba el libro uno, no iban ni siquiera a mirar el libro dos. No pensé que me tomaría trece novelas. Sin embargo, durante esa época amaba de verdad las grandes épicas; así que empecé a conectar todos estos mundos diferentes que estaba creando de una manera muy natural. Así nació mi universo literario.
¿Y llegó su primera venta?
Sí. Vendí ‘Elantris’, que fue el sexto libro que escribí. Cuando lo hice, me di cuenta de que tenía una oportunidad de empezar desde cero. Y entonces escribí la trilogía Nacidos de la bruma. Y construí el Cosmere deliberadamente con las mejores ideas de esos libros fallidos que no se publicaron.
Usted tiene otras series afuera de Cosmere. ¿Cuál de ellas lo divirtió más en su proceso de escritura?
Con la que más me he divertido escribiendo fue con la serie de ‘Alcatraz y los bibliotecarios malvados’. Aunque no me sorprende que sea la menos conocida de todos mis libros. Son libros muy raros porque se apoyan mucho en un sentido del humor muy único y retorcido. Pero creo que a muchas personas que tienen un sentido del humor extraño les gustarían mucho si intentaran leerlos. Esos fueron los que más me divertí creando.
¿Qué otra le gustaría que tuviera mayor protagonismo?
Creo que mi mejor trabajo, fuera del Cosmere, es ‘Escuadrón‘. Y es el que les recomendaría a las personas. También me divertí mucho con ‘Legión‘.
En sus libros llaman mucho la atención los sistemas de magia, en especial el de Nacidos de la bruma, con la ‘alomancia’, la ‘feruquimia’ y la ‘hemalurgia’. ¿Cómo les dio vida?
El primero de todos fue la ‘feruquimia’. Que para la gente que no ha leído los libros es un sistema de magia en el que puedes guardar ciertos atributos de ti mismo para poder acceder a ellos más tarde. Por ejemplo, pensé en él por primera vez cuando estaba en secundaria y yo, que siempre he sido insomne, tenía muchos problemas para dormir por la noche.
Así que, durante el día, estaba exhausto en clase, y me parecía injusto. Entonces, llegó un momento en el que pensé: ‘¿qué tal si hubiera una especie de aparato que pudiera guardar mi somnolencia y que sirviera para que pudiera acceder a ella cuando la necesitara?’. Reflexiones de este estilo se convirtieron en esta magia con la que una persona puede guardar su fuerza, siendo débil un tiempo, y luego acceder a ella más adelante; guardar su vigilia para que luego puedan sentir sueño cuando quieran, o estar despiertos cuando quieran.
Guardar incluso capacidad de cálculo cerebral para más adelante poder pensar más rápido. Esta clase de cosas se juntaron y crearon este sistema de magia. Y de allí es de donde vienen muchos de mis sistemas de magia. De los “¿y si pudiera hacer esto?”, los “¿y si esto fuera posible?”.
¿Y los otros, por ejemplo?
Otro lugar del que surgen es en el momento de encajar en la historia. La ‘alomancia’ es un buen ejemplo de esto. Este es un sistema de magia de mi trilogía ‘Nacidos de la bruma’, una historia de lo que llamamos alta fantasía sobre un grupo de ladrones que están intentando lograr algo muy impresionante: robarle al Lord Oscuro de este mundo.
Así que yo diseñé la magia para que cada persona del equipo tuviera un poder diferente que acentuara su rol. De esa manera hay un poder que te hace más fuerte, un poder que te hace capaz de manipular las emociones de la gente, un poder que te hace muy bueno en escabullirte, en espiar y escuchar a escondidas.
Ya va en el cuarto libro de ‘El archivo de las tormentas’, ambiciosa serie planeada para 10 libros. ¿Cómo es embarcarse en un proyecto de estas dimensiones?
Amo las grandes épicas. Y sabía qué quería hacer una en mi carrera. Sin embargo, uno de los problemas que tienen las grandes épicas es que es muy fácil que se vayan por las ramas. Por ejemplo, soy un gran fan de ‘La rueda del tiempo’, pero más o menos desde el libro 7 hasta el libro 19, la historia principal se pierde un poco.
Y esto pasa, en menor medida, también con ‘Canción de hielo y fuego’. Mantener ese foco central es difícil porque quieres escribir una gran épica acerca de un grupo enorme de personajes, pero tampoco quieres perder la línea principal. Así que la manera en la que yo decidí hacer esto fue crear una historia centrada alrededor de diez personajes y centrar, aunque todo es un hilo continuo, cada libro en un personaje para tener algún sentido de la estructura.
¿Crea algún plan o mapa previo de la saga?
Por supuesto que planeo todo con anticipación. Y también conozco la trama básica de cada libro. Por ejemplo, ‘El camino de los reyes’ lo planeé durante el curso de 15 años. Intenté escribir el libro en el 2002 y no me sentí a gusto con él. De hecho, el que está publicado hoy en día es el que escribí en el 2009, después de que tiré el viejo y empecé desde cero.
A propósito de ‘La rueda del tiempo’, de Robert Jordan, usted escribió los últimos tres libros, tras la muerte de su autor. ¿Fue un desafío?
Lo de ‘La rueda del tiempo’ me lo pidió la viuda de Robert Jordan. Ella había leído mis libros de ‘Nacidos de la bruma’ y pensó que yo encajaba bien. Yo estaba aterrorizado. Fue una de las cosas más difíciles que he hecho, pues era bastante nuevo como autor. Había publicado mi primer libro en el año 2005 y esto sucedió en el 2007.
Yo había amado esos libros desde que era joven, así que me intimidó muchísimo trabajar en ellos. Pero al mismo tiempo sabía que si decía que no, y alguien más los arruinaba, sería mi culpa. Entonces acepté. La presión fue increíble; sin embargo también me forzó a crecer como escritor.
Bueno, vamos a hacer una ronda de preguntas rápidas, para finalizar. De todos los personajes que ha creado, díganos dos, de series diferentes, que se odiarían a muerte instantáneamente…
Kelsier y Hoid se odiarían de inmediato.
¿Y dos que se volverían los mejores amigos?
Probablemente Lopen y Wayse se llevarían fantásticamente.
¿Con qué autor le gustaría coescribir algo?
Mi proyecto soñado sería ser coautor con Robert Jordan, él estando vivo. Pero si eso no cuenta, entonces probablemente escogería a Pat Rothfuss.
¿A cuál personaje del mundo de ‘Escuadrón’ le iría bien en el Imperio final, del mundo de ‘Nacidos de la bruma’, y viceversa?
Creo que a Spensa le iría bien en el Imperio final. Estaría muy bien si se llevara una o dos armas de energía. Le va a ir muy bien en el mundo de ‘Nacidos de la bruma’. Y de esa trilogía, creo que tal vez TenSoon haría un muy buen trabajo navegando por todas las culturas y cosas que están sucediendo en el Cytoverse, el universo de ‘Escuadrón’.
¿Cuál es una de las experiencias más gratificantes que has vivido con sus lectores?
Amo cuando un lector se acerca a mí y me dice que lo inspiré a convertirse en escritor. Esa es la recompensa más satisfactoria.
¿Cuál de sus sagas le gustaría ver adaptada a novela gráfica?
Me encantaría ver una novela gráfica de ‘Escuadrón’, sería fenomenal.
Finalmente, ¿hay algo que le gustaría decirles a tus lectores de América Latina?
Les digo: “perdón por no haber logrado verlos”. Sigo intentando hacerlo, pero llegó el covid. Ir a América Latina es lo siguiente en mi lista.