Altered Carbon: Acerca del Libro
Reseña por David «Cabal» Olier
Carbono alterado/Altered Carbon en inglés es uno de esos libros de ciencia ficción que, aun sabiendo que tienen unas críticas excepcionales, he estado esquivando durante años. Primero porque encontraba otras cosas que leer, después por la serie de Netflix.
Menos mal que he terminado cayendo. Ahora me arrepiento de no haberlo leído en cuanto salió y de haber dejado que la televisión influyera en mi decisión de qué libro no leer.
El autor: Richard Morgan
Richard K. Morgan es un escritor británico que debutó por primera vez en el año 2002 a la edad de 37 años. Para que luego no haya ningún escritor de la sala crea que llega tarde a este mundillo.
Su primera novela, este Carbono alterado de la reseña, fue un éxito tal, que Richard decidió profesionalizar su actividad escritora y convertirla en su única y principal fuente de ingresos. Y no es para menos: en cuanto salió su novela, un productor cinematográfico le dio la friolera cantidad de un millón de dólares por los derechos.
Después de aquello, escribió varias novelas (9 en total), alguna novela gráfica con Marvel y los guiones de varios videojuegos.
Es posible que lo conozcáis por la serie de Netflix que lleva el nombre de esta novela: Altered carbon. Una versión un tanto desafortunada de la realidad que hay oculta dentro de este libro.
Por último, cabe destacar que Richard Morgan no es un autor popular en nuestra lengua, siendo esta novela la única traducida de su saga Takeshi Kovacs (aunque esta es perfectamente autoconclusiva). Del resto de libros, solo Leyes de mercado (Ed. Gigamesh) está disponible para su fácil adquisición (estando la trilogía fantástica de Tierra de héroes, de Ed. Alamut, disponible en alguna librería especializada).
Lo que pasa con él, es que llegó la serie de Netflix, leí malas críticas, empecé a verla y no me gustó y deseché el libro con más ahínco todavía. ¿Cómo podían haber sacado una serie entera de un solo libro? Me olía la estafa del siglo dentro de Carbono alterado.
Ahora que lo he leído… confieso que sigo sin ver una serie entera dedicada al libro, pero sí creo que daría para una buena temporada policíaca. Eso sí, por lo que me han contado de la serie, seguiré sin verla y me quedaré con el sabor tan delicioso que me ha dejado el libro.
Sinopsis
Por primera vez desde que escribo reseñas, voy a copiar la sinopsis de una edición que no es la que yo he leído. Creo sinceramente que la primera sinopsis (Minotauro, 2005) incluye información que no se debería conocer de antemano.
Takeshi Kovacs, mercenario y antiguo emisario colonial, había sido juzgado, condenado y almacenado. Pero lo transmiten a la Tierra y lo reaniman en una funda de policía a instancias de un millonario… que le pide que investigue su reciente asesinato. En un futuro en el que se ha vencido a la muerte, el crimen toma derroteros insospechados.
Carbono modificado fue la tarjeta de presentación de Richard Morgan, el punto de arranque de una trilogía explosiva en la que el gusto por el género negro del ciberpunk se extrapola a un futuro tecnológico ultraviolento. Una trama adictiva que explora sin concesiones los límites físicos, sociales y psicológicos de nuestra naturaleza, y de la que se espera su próxima adaptación como serie en Netflix.
Opinión
La inmersión en Carbono alterado es total y completa. Y como todas las inmersiones en mundos desconocidos, es también compleja. Desde el minuto uno respiras el mundo futurista en el que se sucede la acción (que no es poca). Aunque la complejidad no surge de la ciencia ficción, del mundo o del entorno, sino de la propia historia.
Richard Morgan hace gala de una imaginación desbordante y de una habilidad narrativa envidiable. Nos sumerge en un futuro distópico, tan cyberpunk que William Gibson tuvo que emocionarse al leerlo (porque sí, doy por hecho que Gibson lo ha leído), y lo hace con una naturalidad que ya quisieran muchos escritores de ciencia ficción.
El mundo, la tecnología y la sociedad de Carbono alterado es muy rica y compleja, y como «extra», consigue que el lector casi tenga la sensación de que ese mundo siempre ha estado ahí. No hay grandes capítulos descriptivos, no hay demasiados episodios de información pura y dura y, a pesar de todo, podemos ver la verdadera profundidad del universo de Morgan.
Todo esto es gracias a un Takeshi Kovacs impecable en el papel de antihéroe, exmilitar, mercenario e investigador hastiado de todo. Su narración en primera persona sirve para sumergirnos en ese mundo imposible, para sumergirnos en la mente y los sentimientos de Takeshi. Para contarnos su pasado y el pasado del mundo con una suavidad inusual.
Y menos mal.
Porque la verdadera complejidad de Carbono alterado está en la trama policíaca que sostiene la historia de principio a fin. Esta historia está llena de personajes, de tramas paralelas y de motivaciones que el lector debe retener en su mente a lo largo de todo el libro. Yo, en la vorágine lectora de terminar con Carbono alterado en menos de 24 horas, confieso que hubo algún giro argumental en el que me perdí. No me dio tiempo a empaparme bien de cada nombre, de cada cargo, y me costó conectar algunos hilos.
Y llegamos al pero que tiene este libro: el desenlace de todas las tramas. Donde los dos primeros tercios del libro se recrean en desplegar ante el lector las diferentes historias con todo lujo de detalles, el último tercio parece que tiene una prisa enorme por cerrarlas. El final, satisfactorio o no, cae a plomo con demasiada velocidad.
Pero, ¿no suelen ser así la mayoría de las novelas policíacas?
¿Es entonces Altered carbon una novela policíaca? Sí. ¿Pero no era un libro de ciencia ficción? También. Ambos géneros están tan entremezclados que es imposible darle más peso a uno o a otro. Pero si tuviera que mojarme, diría que es una novela policíaca ambientada en un futuro de ciencia ficción.
Un libro que, casi seguro, volveré a leer.
En conclusión
Carbono alterado es uno de los libros de ciencia ficción más sólidos que he leído en mucho tiempo. Es complejo, es denso, pero tiene una narrativa lo suficientemente delicada como para que ambos factores sean más un pro que un contra. Por si fuera poco, Richard Morgan consigue entrelazar dos géneros tan apasionantes como son cyberpunk y policiaca en una mezcla que resulta deliciosa.