Cenicienta, La Bella Durmiente y todos los cuentos tradicionales, a juicio ‘woke’
Ladybird, la editoria londinense que representa para los lectores en lengua inglesa la tradición de los cuentos infantiles clásicos desde la década de 1860, ha encargado a un comité de «lectores sensibilizados» con temas de discriminación e identidad que elaboren un informe crítico de La Bella Durmiente, Cenicienta y otros textos tradicionales.
El diario The Telegraph ha adelantado algunas de las conclusiones del informe, que van desde lo formal hasta lo esencial. Los lectores contratados por Ladybird han detectado la previsible ausencia de personajes racializados y LGTBI y de lenguaje inclusivo y han hecho notar que los personajes obesos y ancianos tienden a actuar como villanos y que existe un sesgo clasista en muchos argumentos: los príncipes son buenos, los taberneros, malos. Respecto a la esencia, Ladybird ya tiene un documento que dice que la representación del flechazo a primera vista en sus cuentos tiene a crear idealizaciones tóxicas del enamoramiento.
Ladybird es un sello participado por el grupo Penguin, aunque de gestión en parte independiente. En noviembre de 2014, la editorial se adhirió a la campaña Let Books Be Books, por la que se comprometía a dejar de categorizar los libros como «para niñas» y «para niños». La noticia aparece como una ampliación del caso Roald Dahl: hace dos semanas, Pufin Books, también parte de Penguin, tuvo que rectificar por las críticas una política de reediciones corregidas del autor de Charlie y la fábrica de chocolate.
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