El escritor senegalés Mohamed Mbougar Sarr gana el premio Goncourt
Los premios literarios parisinos de la temporada consagran a personalidades llegadas de la inmigración, trayectorias polémicas y rostros desconocidos de genios consagrados. El Goncourt fue concedido a Mohamed Mbougar Sarr por su novela ‘La Plus Secrète Mémoire des hommes’ (La memoria más secreta de los hombres). Es la consagración de un joven senegalés que decidió hace años escribir literatura en francés, como uno de sus más ilustres antepasados, Léopold Sédar Senghor.
La crítica literaria parisina ha presentado a Mbougar Sarr como una «gran revelación», cuya matriz esencial pudiera ser la vocación universal de un joven senegalés que decide huir de su país para hacer carrera en París, intentando una ‘síntesis’ entre las culturas de su patria natal y la cultura francesa tradicional.
El premio Renaudot fue atribuido a Amélie Nothomb por su nueva ¿novela? ¿relato autobiográfico?, ‘Premier sang’ (Primera sangre). La escritora franco-belga publica un libro cada año, con un éxito de público incontestable: decenas de miles de ejemplares vendidos en pocas semanas. En esta ocasión, la historia anual de Nothomb quizá tenga un dramatismo particular: la crónica íntima de la muerte del padre, cuando comenzaba la propagación planetaria del coronavirus… La crítica habla de un libro grave, severo, un relato amargo y desencantado.
El premio Medicis ha sido concedido a Christine Angot por su relato ‘Le voyage dans l’Est’ (El viaje al Este). Angot se hizo célebre contando historias íntimas de un incesto familiar. Se ganó con creces una fama ‘sulfurosa’, reconstruyendo los abusos y violación de un padre sin escrúpulos. Abandonada esa temática, Angot ha perdido un cierto ‘aliento’, pero sigue teniendo su público.
El premio Fémina de ensayo se concedió el mes de abril pasado a Annie Cohen-Solal, por ‘Un étranger nommé Picasso’ (Un extranjero llamado Picasso). Cinco meses más tarde, el libro ha sido presentado coincidiendo con la inauguración de una gran exposición consagrada a las venturas y desventuras del genio malagueño fichado, controlado y ‘perseguido’ por la Policía durante varias décadas, sospechoso de tratos íntimos con delincuentes, anarquistas y comunistas peligrosos.