Interactivo: 20 años de libertad musical y creativa en Cuba

Hace 20 años irrumpió como un ciclón en la escena cubana un proyecto musical heterodoxo y libre, difícil de encasillar, bautizado con el enigmático nombre de Interactivo. Su líder era, y es, el pianista Roberto Carcassés, un jazzista de sólida trayectoria con un sexto sentido para la mezcla de géneros y estilos, además de poseer un singular poder de convocatoria para atraer junto a sí a toda una hornada de brillantes instrumentistas y vocalistas cubanos durante dos décadas. Para celebrar el aniversario, Carcassés acaba de presentar con un gran concierto en La Habana ‘En fa sostenido’, quinto álbum del grupo.

“Sin exagerar”, asegura la representante en Cuba de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Darsi Fernández, “puede decirse que Interactivo ha sido en este tiempo la gran escuela de fusión de la música cubana; la banda ha dado cabida y servido de trampolín a un grupo impresionante de intérpretes cubanos con capacidades musicales por encima de la media”.

Los 13 temas de En fa sostenido, presentado el pasado jueves en la Fábrica de Arte de La Habana, son un buen resumen de la trayectoria de esta agrupación, nacida con vocación colaborativa y de creación colectiva. Hay canciones como ADN, una de las primeras creadas por Carcassés y la bajista y compositora Yusa, que no se había grabado hasta ahora. También el changüí oriental La flor de mi jardín, de William Vivanco, o el tema afrocubano Mila Yeó, de Brenda Navarrete y José Carlos Sánchez, y también letras escritas por Silvio Rodríguez (Viene la cosa) o descargas como Mamacita mi conga, de Cimafunk y Carcassés a cuatro manos.

Desde el inicio de Interactivo, al grupo entraron y salieron libremente un sinnúmero de músicos cubanos en diferentes momentos mientras desarrollaban sus propios proyectos y carreras. Nunca hubo obligación de permanencia, pero sí un sentido de pertenencia a un modo de entender la música e interpretarla.

La gente de Interactivo iba y venía cuando le parecía, entraban unos, salían otros, acudían o no a los ensayos, se aparecía uno con una idea y rápidamente la montaban, y así todo el mundo fue aportando su granito de arena a la causa común de una música virtuosa, pegajosa, mezcla pura, inteligente y a la vez para gozar, que Carcassés define (por definir algo) como “timba-funk”.

“El que escucha a Interactivo se da cuenta de que ahí está mezclada toda la tradición de la música cubana, la rumba, el chachachá, el danzón, el changüí, todos los géneros y ritmos nuestros, con el jazz y la música de otros países, y en el centro de todo, la timba y el funk, que son parientes muy cercanos, en los que la raíz africana está muy presente”, cuenta Roberto Carcassés (La Habana, 49 años).

Robertico Carcassés (i), toca el piano junto a su banda Interactivo durante la presentación del disco “En Fa sostenido”, en la Fábrica de Arte Cubano (FAC), el jueves 14 de abril del 2022, en La Habana, Cuba. | Yander Zamora

Dice que todo surgió de forma natural, cuando estaba colaborando en diferentes proyectos con Yusa, el batería Oliver Valdés, la rapera Telmari y el cantante urbano Francis del Río. “Todos tenían mucho talento, eran músicos con mucha imaginación y difíciles de encasillar, y me pregunté qué pasaría si nos uníamos todos”.

“Fue una bomba”, recuerda Carcassés. El primer disco, Goza Pepillo, obtuvo el principal premio de la industria musical cubana en 2006, y la banda se convirtió en un fenómeno. En las últimas dos décadas, por la formación han pasado grandes músicos cubanos, imposible nombrarlos a todos: trovadores como David Torrens o Kelvis Ochoa, la cantante Haydee Milanes, Descemer Bueno, William Vivanco. Telmary, Brenda o Francis del Río; instrumentistas superdotados, como los baterías Oliver Valdés y Rodney Barreto, la bajista Yusa, percusionistas como Adel González o Mari Paz Fernández, el guitarrista Elmer Ferrer y destacados trompetas (empezando por el gran Julio Padrón, y continuando por Alejandro Delgado y Julio Rigal), el trombonista Juan Carlos Marín o el saxo Carlos Miyares.

Después de Goza Pepillo vinieron Cubanos por el mundo, Qué lindo es el amor e Interactivo en El Sauce (en vivo), y ahora En fa sostenido. En este tiempo Carcassés ha editado además varios discos en solitario, e igualmente el resto de los músicos de Interactivo han realizado decenas de álbumes, bien al frente de proyectos individuales o en colaboración con otros artistas, como es el caso de Carlos Miyares, que se unió a Chucho Valdés & The Afro-Cuban Messengers en 2008 y participó en la grabación de Chucho’s Steps, que recibió un premio Grammy al Mejor Álbum de Jazz Latino.

Desde el primer momento, la libertad creativa de los artistas de Interactivo fue unida a la libertad de decir y criticar. En el primer disco ya había temas como Los revolucionarios, en el que Telmari rapeaba una letra pegajosa que exponía: “los cubanos están todos regados por el mundo/ preguntando por qué esta maldición de estar separados por viejos odios/ que tienen olvidadas las razones que nos hicieron tan distintos, tan iguales y tan especiales…”. Y se preguntaba: “hasta cuándo, vida mía/ cruzar mares para verte será una pesadilla/ hasta cuándo tendremos que esperar por la promesa de ese día”.

Después vinieron reivindicaciones directas de Carcassés, que durante una presentación en un acto político retransmitido en vivo improvisó un reclamo por la liberación de la marihuana, el “libre acceso a la información, para tener yo mi propia opinión”, y “elegir al presidente por voto directo y no por otra vía”. “Ni militantes, ni disidentes, cubanos todos con los mismos derechos y que se acabe el bloqueo, y el autobloqueo”, entonó después el artista. Y vino entonces una etapa de censura (corta) que es parte también de la historia de Interactivo, aunque siempre lo más importante fue la música y la libertad creativa. Quedó claro en el concierto de presentación de En fa sostenido: aforo completo en la Fábrica de Arte de La Habana, más de 20 músicos sobre el escenario, invitados de lujo como X Alfonso, Cimafunk o Bobby Carcassés —padre de Roberto y uno de los grandes defensores del jazz en la isla—, fusión de ritmos y estilos, delirio de la gente, baile y ripio. Un cumpleaños grande, vibrante y emotivo.

 

FUENTE: EL PAÍS