Pau Riba: 10 canciones esenciales

Pau Riba, uno de los grandes de la música catalana, ha muerto este domingo a los 73 años a causa de un cáncer. De su densa producción hemos destacado estas 10 canciones que muestran a un músico siempre diferente e ingenioso.

– ‘Taxista’ (1967)

Primer sencillo que ya marca un antes y un después: canción de protesta pura y dura pero cargada de un lirismo soñador que la hacía diferente a cualquier otra canción de protesta. La recuperó posteriormente en diversas ocasiones en versiones muy distintas y también llegó a cantarla en castellano.

– ‘Noia de porcellana’ (1968)

Obra de referencia de toda la canción catalana del siglo XX: poesía cargada tanto de bellas imágenes como de una aguda crítica social sobre una melodía que cala hondo. Solo por haber escrito esta pequeña obra maestra Pau Riba ya estaría entronizado en el olimpo de la canción.

– ‘L’home estàtic’ (1970)

Nuevamente una canción de protesta que no se parece a ninguna otra, cargada de una poesía que en aquel momento parecía algo ingenua, pero que con el paso del tiempo se ha visto cargada de una afilada mala leche.

– ‘Simfonia número 3 (d’un temps i d’uns botons)’ (1971)

Pau Riba en un momento de cambio, de su primer Dioptria a su segundo han pasado musicalmente muchas cosas y quedan reflejadas en esta pequeña maravilla tan ingenua como disparatada. Fotografía perfecta de un momento de transición

– ‘Es fa llarg, es fa llarg esperar’ (1975)

Incluida en un disco que quería ser rompedor y se convirtió en un clásico inmediato: Electròccid Àccid Alquimistic Xoc (en el que también estaban Maria o Sol Solet). Poesía realista que alcanzó su máxima cota en la conmovedora versión posterior de Maria del Mar Bonet.

– ‘Licors’ (1977)

Descripción de una historia aparentemente banal (es una de la cualidades de Riba: convertir lo banal en algo superior), pero que deriva en una crítica a una sociedad que en aquel momento no parecía comprender nada. Tan cínica como vitriólica.

– ‘Marga Margura’ (1981)

Canción de amor al estilo de Pau Riba, es decir: no se parece a una canción de amor y en la que nada es lo que aparentemente tendría que ser. La amargura convertida conscientemente en una demostración de amor puro.

– ‘La mare de Deu’ (2001)

Pau Riba ya había comenzado su carrera junto a Jordi Pujol buscando (y encontrando) las zonas más oscuras de nuestras canciones tradicionales. En sus Nadales lleva esa búsqueda a sus extremos más delirantes que acabaron consolidando su espectáculo Jisas de Netzerit.

– ‘Les mosques de colors’ (2013)

Parece un puro disparate pergeñado a medias con el también irreductible Pascal Comelade, pero contiene diversos niveles de escucha que la convierte en una obra tan desconcertante como mágica.

– ‘Un matí de dissabte’ (2019)

Un buen ejemplo de los últimos trabajos de Riba, aquí con la Orchestra Fireluche. En realidad no es una canción sino un poema recitado con suma natularidad y rodeado de un envoltorio musical sumamente sugerente.

 

 

FUENTE: EL PAÍS