Veinte viajes vividos en estas páginas

 Al hablar de las travesías, los abuelos acudían a ese dicho que dice que uno nunca se baña dos veces en el mismo río. Ningún viaje se repite, porque ni el sujeto ni ese río al que se sumerge es igual.

Julián David Correa escribió el libro Veinte viajes, de Sílaba Editores, y cree eso justamente. Cuando visita algún sitio, le gusta estar tomando notas sobre detalles mínimos como olores y texturas, aunque otras veces quisiera abarcarlo todo y anotar lo que recuerda de conversaciones, por ejemplo.

Julián David Correa Autor del libro Veinte viajes
Julián David Correa Autor del libro Veinte viajes

Es de Medellín, estudió Psicología y un poco de Teatro e Ingeniería de Minas. Se llenó la cabeza de películas y talleres de escritura. Por estos días es el Director de Cinematografía del Ministerio de Cultura, por eso dice que ha vivido muchas vidas. Aunque siempre ha escrito, este es su primer libro publicado y allí permite que sus viajes se transformen en personajes y narradores diversos: niños, edificios, canciones, climas y conmemoraciones.

Dentro y fuera

Su vida profesional le han permitido viajar mucho. Plasmó pequeños instantes de La Habana, México D.F., Barranquilla, París, Buenos Aires y otros lugares, entre realidades y ficciones, sobre el papel.

No se trata de distancia ni costo, las historias interesantes las ha conocido hasta en su misma ciudad. “Un viaje no tiene que ser solamente a China, puedes hacerlo a la esquina. Depende del punto de vista del que está tomando atenta nota y viendo los ecos de la historia”, cuenta.

A Medellín le dedicó dos historias El sueño de los maestros, donde se imagina un encuentro entre los músicos Crescencio Salcedo y Fruko en la avenida La Playa, y El Silencio, que sacó de muchas experiencias de cuando estudiaba psicología y en visitas a hospitales en la ciudad conocía niños que habían sufrido por la violencia y, según explica, no tenían la potestad para defenderse.

Aún con todos esos kilómetros recorridos, cree que le gustaría regresar a todos esos espacios que narró porque sigue convencido de que “no viviría el mismo viaje” y sigue convencido de que quiere seguir viviendo “cuantas vidas sea posible” .

 

FUENTE: EL COLOMBIANO