Desde Portugal llega la poesía de Ana Luísa Amaral
Ana Luísa Amaral (1956) es una de las voces más representativas de la lengua portuguesa. Creció en la dictadura de Salazar y su educación fue en un colegio de monjas. Ahí recibió una de sus primeras enseñanzas: “Una mujer debe aprender a bien, porque si no, su esposo la deja”. Hoy valora la libertad y cree en la lucha feminista.
A lo largo de su carrera, la poeta lusa ha publicado más de treinta libros en distintos géneros: poesía, literatura infantil y teatro; además es reconocida por sus traducciones de Emily Dickinson, William Shakespeare y John Updike.
Su más reciente publicación, ‘Qué hay en un nombre’, que sale en el país, reúne una muestra representativa de su poética, conformada por dieciséis libros, que abarca desde el primero, ‘Señora mía de qué’ (1990), hasta el más reciente, ‘Ágora’ (2019).
La selección de los poemas y la traducción estuvo a cargo de Pedro Rapoula, mientras que las ilustraciones fueron realizadas por la bogotana Manuela Guzmán. Vale destacar que la mayoría los poemas son inéditos en español.
Si bien entre sus influencias literarias está la tradición inglesa y norteamericana, además de los grandes referentes de la poesía lusa (Pessoa y Camões), desde que Amaral se encontró con la voz de Dickinson su vida tuvo una revelación. Le ocurrió en un momento muy difícil de su vida. Y como ella ha comentado, concibe la escritura a partir del verso de la autora estadounidense: “I dwell in possibility” (“Habito la posibilidad”).
Es así que Amaral vive habitando en la poesía. Un poema que resume esta idea es Psicoanálisis de la escritura:
«Aunque hable de sol y montañas,
aunque cante los pequeños espacios
o las grandes verdades,
todo el poema
habla de aquel
que sobre él escribe
Cuando las huellas de sí mismo
parecen excluirse de las palabras,
aun así, es a sí mismo que se describe
al escribirse en el texto
que es escisión de sí
Todo el poema
es un estado de pasión
cortejando el reflejo
del que lo creó
Todo el poema
habla de aquel
que sobre él escribe
y así se ama de manera desmedida,
en la medida del verso en que se contempla
y en vértigo
se ahoga.»
Este es, de alguna manera, un ‘ars poetica’ del oficio que representa para Amaral un acto intimista y confesional que pasa primero por el cuerpo, es decir que se siente y se vive físicamente, antes de pasar por el intelecto.
A lo largo de la lectura poética de ‘Qué hay en un nombre’, el lector descubrirá que Amaral ahonda en la memoria, la soledad, el amor, la maternidad y la vida cotidiana: “La pintura muy blanca, el olor / de lo nuevo, aquí, en este café / me corrigen la memoria: / que cocinabas tan mal, el desorden / en tantos rincones, los nombres que creabas / para llamar a las cosas / otra cosa”.
También su poesía transita en otros tópicos como el histórico, desde una mirada íntima de la historia europea, occidental y la de su patria Portugal, contenidos en ‘Oscuro’ (2014), y religiosos o bíblicos, que están en ‘Ágora’ (2019), donde poetiza sobre las figuras femeninas de Salomé y Lot.
De ahí que gran parte de la crítica considere la obra de Amaral como una poesía filosófica comparándola con la poeta polaca Wislawa Szymborska. Una poesía filosófica cuyo camino es buscar la verdad de la existencia: “¿Dónde cabe la alegría recordada / frente al incendio que vi anoche?”.
Qué ‘hay en un nombre’ es el sexto título del sello independiente colombiano Ediciones Vestigio, que busca divulgar la poesía portuguesa a través de su traducción al español y presentación en una edición bilingüe. La colección la dirige el académico Jerónimo Pizarro. Hasta la fecha han publicado a los poetas Inés Fonseca Santos, José Luíz Tavares, María do Rosário Pedreida, Raquel Nobre Guerra y Golgona Anghel.