El aire colombiano en la biblioteca más grande del mundo

La biblioteca más grande del mundo, Library of Congress, en la capital de Estados Unidos, es colosal como el mundo mismo, laberíntica y extensa como un gran animal mitológico que guarda en sí preciados tesoros de la humanidad. Al entrar, sus fauces se abren para revelarnos una de las tres copias que aún sobreviven de la Biblia impresa por Johann Gutenberg en 1455. En su corazón reside la historia de Norteamérica, representada en la biblioteca privada del mismísimo Thomas Jefferson. Sus extremidades se prolongan en cuatro divisiones que describen nuestro mundo: Africana y Medio Oriente, Asiática, Europea y un último brazo que acoge y preserva mucha de la riqueza literaria de nuestras tierras.
En el segundo piso, tras pasar una gran puerta de madera, nos reciben cuatro magníficos murales del pintor brasilero Cândido Portinari quien, a través de sus trazos, lleva a los visitantes a descubrir América, como hace más de cinco siglos lo hicieran los españoles y los portugueses. Al pasar el vestíbulo, sendas ventanas llevan sobre sus dinteles los nombres de grandes maestros de la literatura en lengua castellana y portuguesa como Miguel de Cervantes, Ricardo Palma, Domingo Faustino Sarmiento, Rubén Darío, Andrés Bello, Luís de Camões y el colombiano Rufino José Cuervo.

Pero el filólogo y lexicógrafo bogotano no es el único compatriota que ronda entre los altos muros de la Sala de Lectura Hispánica.

El colombiano Carlos Olave, “hijo de costeños cartageneros”, como él mismo se define, es el jefe de esta sección, que alberga una extensa colección de archivos impresos y digitales del Caribe, Latinoamérica, España y Portugal.

Inaugurada en 1939, la División Hispánica fue la primera sala de lectura de estudios internacionales de la Biblioteca y produce la bibliografía de estudios internacionales más antigua y prestigiosa del mundo, el Handbook for Latin American Studies (HLAS).

En conversación con EL TIEMPO, Olave revela algunas de las curiosidades de este templo mundial de los libros.

¿Qué tipo de material y qué colecciones alberga la Sala Hispánica de Lectura?

Aunque su énfasis principal siempre ha sido la adquisición de materiales actuales y documentos gubernamentales, la División Hispánica también ha adquirido una rica colección de artículos raros, y ha sido fundamental en la adquisición de importantes donaciones de manuscritos, partituras musicales, carteles, fotografías, grabados y películas. Ha desarrollado grupos especiales de materiales como la recopilación de música popular de San Antonio, Texas, y el lanzamiento en 1943 de las grabaciones de escritores lusohispánicos a través de su Archivo de Literatura Hispánica en Cinta (hoy The Palabra Archive), que gradualmente está siendo digitalizado para permitir un acceso público más amplio. La Biblioteca del Congreso alberga aproximadamente 15 millones de libros y revistas relacionados con el mundo lusohispánico.

La Biblioteca ha acumulado la mejor colección del mundo sobre la historia y la cultura de América Latina, Ibérica, el Caribe y la de la población hispánica en los Estados Unidos. Muchos de los objetos raros fueron recibidos como regalos, así como libros raros donados por Lessing J. Rosenwald y manuscritos dados por Hans P. Kraus. Regalos y legados han permitido a la División Hispana comprar materiales en varios formatos, además de libros y publicaciones periódicas.

¿Cuáles son, en su criterio, las piezas y documentos más importantes de la Sala Hispánica de Lectura?

La Biblioteca alberga colecciones lusohispánicas insuperables, no solo de libros y manuscritos, sino también de boletines oficiales, debates de los órganos parlamentarios y publicaciones significativas de agencias nacionales, así como impresiones estatales o provinciales seleccionadas. Muchas de estas publicaciones oficiales no están disponibles en los propios países, a causa de guerras y conflictos internos. Estos materiales existen en una variedad de formatos, en varias divisiones de la Biblioteca. La Biblioteca Jurídica ha recopilado la colección ibérica y latinoamericana más completa del mundo, que va desde artículos como una edición del siglo XIII del Fuero Juzgo de la ley visigoda española a las leyes, estatutos y leyes contemporáneas de cada país.

 

Detalle de una de las salas de este hermoso templo mundial de los libros.
Foto: cortesía del bibliotecario

 

La colección de libros raros de la Biblioteca de Jurídica incluye varias ediciones tempranas, así como copias del dódigo de Derecho español Las Siete Partidas compiladas por Alfonso X, así como una copia original del Cedulario mexicano, de 1563, de Vasco de Puga, que se cree es el primer libro de leyes publicado en las Américas.

Con el apoyo de la Oficina de la Biblioteca de Congreso en Río de Janeiro, la colección brasileña de libros, revistas, periódicos y efímeras es excepcional y extenso. De especial interés es la colección continua de materiales por y sobre grupos populares brasileños, recogidos por el la Oficina. Esta es una extensa colección de materiales que documenta movimientos políticos, sociales y religiosos en el Brasil contemporáneo.

Las colecciones lusohispánicas de historia, política, sociología y religión son bastante completas, desde los primeros periodos ibérico, celta y romano y la época precolombina en América Latina hasta la actualidad.

Las colecciones literarias luso-hispánicas son probablemente las más completas del mundo para estudios literarios comparativos. Todas las formas literarias, mayores y menores, están representadas, desde la poesía medieval, pasando por el drama español del Siglo de Oro, hasta la Edad Moderna.

La División de Obras Valiosas y Colecciones Especiales tiene un gran número de viajes latinoamericanos, raros decretos gubernamentales, documentos militares, obras literarias, publicaciones periódicas tempranas y los libros en lengua castellana en la Colección Thomas Jefferson. La Sala de Lectura de Obras Valiosas también ofrece acceso a la primera edición de Don Quijote, y dos de los primeros libros impresos en América del Sur: un catecismo en español y en dos lenguas indígenas y el vocabulario más antiguo español-quechua. Entre los incunables españoles están el libro de familias nobles de Fernán Mexia (1492), el tratado de Lucena sobre el ajedrez (1496) y el Códice Sneyd, que es el primer informe veneciano de las incursiones de España en el Nuevo Mundo. También incluye unos fondos extensivos de materiales raros y valiosos de vocabularios, gramáticas y catecismos en lenguas indígenas de América Latina como el Catecismo de Francisco de Pareja en lengua timucua que se encuentra en la Colección Jay I. Kislak. La rica Colección Kislak de arte mesoamericano precolombino y otros materiales se describen en la exposición en línea Exploring the Early Americas.

¿Cómo se atrae a nuevos usuarios, especialmente en tiempos de pandemia?

Durante la crisis global del covid-19 hemos proporcionado varios servicios de extensión tales como ‘Preguntas al bibliotecario’ (Ask-a-Librarian), Seminarios por la web, Programas y Conferencias Virtuales y Colecciones Digitales en donde los investigadores pueden consultar a un bibliotecario que los orienta a localizar información y explicarles cómo usar nuestras colecciones y servicios a distancia. Por ejemplo, en mayo la Embajada de Colombia en Washington D.C. invitó a Catalina Gómez (la curadora del Archivo que, por cierto, es bogotana y también está encargada de las colecciones colombianas y venezolanas, y de las colecciones sobre arte español y latinoamericano), a llevar The Palabra Archive al evento virtual ‘Voces de grandes escritores colombianos’ donde se escuchó a Gabriel García Márquez, Germán Arciniegas y a Juan Lozano y Lozano leer apartes sus obras a través del Archivo (https://www.youtube.com/watch?v=jEoNJWYxMr4&feature=youtu.be). Otras solicitudes para crear una serie relacionada han sido el Instituto Cultural Mexicano y la Embajada de Argentina que están abriendo caminos para desarrollar programas semejantes con el Archivo. También tenemos un nuevo proyecto llamado ‘La Biblioteca’, un podcast sobre nuestras colecciones lusohispánicas producido por Catalina Gómez y nuestra especialista lusobrasileña, Talía Guzmán-González.

¿Cuáles son los autores colombianos sobre los que hay más registros y documentos?

Si usted se refiere a archivos, no tenemos muchos en nuestras colecciones (los papeles de García Márquez fueron adquiridos por la Universidad de Texas). En la Biblioteca del Congreso no hemos adquirido archivos y documentos de autores importantes hispanos.

Es difícil de determinar porque tenemos miles de obras de y sobre destacados autores colombianos, no solo en español sino también traducidas a otros idiomas. Esto le da una idea de la profundidad y amplitud de nuestras colecciones literarias colombianas.

Además de recopilar y sistematizar documentos, ¿han producido material específico sobre la cultura o sobre autores colombianos?

Patrocinamos y organizamos eventos culturales como conferencias, recitales de poesía, exposiciones y recepciones para diplomáticos, escritores y críticos literarios colombianos. La división organiza muchos eventos culturales como conferencias, recitales de poesía, conciertos, exposiciones y recepciones para diplomáticos, autores y críticos literarios del mundo lusohispánico. Entre los autores colombianos que hemos recibido están Germán Arciniegas, Juan Gustavo Cobo Borda, Juan Gabriel Vásquez, Héctor Abad Faciolince, Laura Restrepo y Pablo Montoya.

¿Hay algún documento que quisieran tener y al que no les haya sido posible acceder por alguna razón?

En un futuro próximo nos encantaría adquirir los artículos de algunos de los autores grabados en The Palabra Archive.

¿Cómo llegó usted al cargo como jefe de la Sala Hispánica de Lectura?

En 1988 empecé trabajando en la Biblioteca del Congreso como bibliotecario de catalogación y adquisiciones. Trabajé con materiales en francés, italiano, español, portugués, catalán y gallego. También tuve cargos como jefe de catalogación y adquisiciones para materiales lusohispánicos. Luego fui bibliotecario de referencia en la Sala Hispana y en 2015 me nombraron Jefe de Sala Hispana y de la Colección de Referencia. He trabajado con el personal de la Oficina de Río de Janeiro de Library of Congress donde los entrené en catalogación. He impartido varios talleres de catalogación para la Biblioteca del Congreso en Argentina, Brasil, Colombia y Puerto Rico. Mi título de licenciatura es en filología románica de University of Pittsburgh. Tengo dos títulos de postgrado uno en literatura latinoamericana, incluyendo literatura brasileña de New York University, y el otro en biblioteconomía también de University of Pittsburgh.