Margaret Atwood «quema» una copia inmune a las llamas de El cuento de la criada en esta campaña
Hace unos días la aclamada escritora canadiense Margaret Atwood sorprendía a sus seguidores en Instagram empuñando un lanzallamas y dirigiéndolo contra su novela más famosa: El cuento de la criada. Sin embargo, el libro, ornado con poderosa ilustración de Noma Bar retratando a un mujer ataviada con una capa roja, resiste impasible las llamaradas del soplete que Atwood dirige contra él. Y es que el ejemplar de marras es en realidad ignífugo y está fabricando con materiales resistentes al fuego.
Esta edición tan especial de El cuento de la criada se subastará en Sotheby’s y forma parte de la campaña «The Unburnable Book» de Penguin Ranndom House para procurar soporte a Pen America, una organización no gubernamental que defiende la libertad de expresión a lo largo y ancho del globo.
La campaña lleva la rúbrica de la agencia canadiense Rethink, célebre por sus aclamadas campañas para Heinz Ketchup y Kraft Mac & Cheese.
Actualmente la puja más alta por la copia ignífuga de El cuento de la criada alcanza ya los 90.000 dólares. Todos los ingresos emanados de esta subasta irán a parar íntegramente de Pen America, que seguirá así luchando en defensa de la (pisoteada) libertad de expresión.
La campaña echa raíces en las descorazonadoras cifras del último informe «Banned in the USA» de Pen America, según el cual 1.586 libros han sido prohibidos en 86 distritos escolares de 26 estados allende los mares. Además, 19 estados han aprobado normas o firmado órdenes ejecutivas que vetan la enseñanza de determinas materias e ideas en escuelas y universidades públicas. Son víctimas particularmente de la censura obras que pivotan en torno al racismo y la orientación sexual y de género (escritos en muchas ocasiones por autores LGBTQ+ y de color).
«Nunca pensé que intentaría quemar uno de mis propios libros y que además fracasaría», explica Atwood. «El cuento de la criada ha sido un libro vetado en muchas ocasiones, a veces por países enteros como Portugal durante la dictadura de Salazar o en España bajo el régimen franquista. Esperemos que no se quemen libros a gran escala como en Fahrenheit 451. Pero incluso si llegamos a ese punto, algunas obras estarán afortunadamente a salvo y podrán viajar bajo tierra, como lo hicieron en su día los libros prohibidos en la Unión Soviética», añade.
Para crear «The Unburnable Book» Rethink se alió con el taller de encuadernación afincado en Toronto The Gas Company, que experimentó con múltiples materiales hasta dar con la opción adecuada. Al final, The Gas Company se decantó por el «cinefoil», una material habitualmente utilizado en los estudios de filmación para enmascarar las fugas de luz.
En cuanto a la participación de Margaret Atwood en el proyecto, la escritora se mostró encantada desde el principio en tomar parte en la campaña y puso además muchas ideas sobre la mesa para revestirla de aún más impacto.