María Reig: de montar un ‘crowdfunding’ para su libro a ser una superventas
Bajo la sombra, antes de la hora y con una bolsa de deporte llena de referentes —de Jane Austen a Carlos Ruiz Zafón—, apuntes y documentos, María Reig (Barcelona, 28 años) espera en la puerta de la confitería El Riojano. Los kilos que carga al hombro son parte del material con el que trabaja. El local, uno de los pocos escenarios del centro de Madrid que aparecen en su libro y han sobrevivido al paso del tiempo. Por lo menos, a los 100 años atrás en los que se ambienta Papel y tinta (Suma de Letras). No se despega de la sonrisa en toda la mañana. Es como si aún le durara la resaca del subidón que ha experimentado, el de haber colado su primera novela en la mesa de los libros más vendidos durante un año (2019).
Con 25 años y su primer manuscrito en las manos. Así estaba Reig cuando, en 2018, envió su propuesta a las editoriales. En cinco meses nadie la llamó. Con un grado de Periodismo y un máster en Comunicación Corporativa, quiso autopublicarse. “No podía lanzar el libro al vacío, tenía que haber un plan para llegar a más gente. El impacto iba a ser limitado”. Sus ahorros también lo eran, así que lanzó un crowdfunding para reunir fondos. Tenía 40 días. En 25 horas logró el primer objetivo: 2.000 euros. Antes de que terminara el plazo rebasó los 4.500 euros, procedentes de 134 personas, que se convirtieron en “redactores, corresponsales o firmas estrella” ficticios de El Demócrata de Madrid, el periódico de la trama de Papel y tinta. Todos y cada uno de sus nombres están escritos en las últimas páginas del libro.
Desde entonces los mecenas fueron con ella de la mano, a pesar del fichaje de una editorial. El éxito de la financiación fue de boca en boca hasta llegar a Gonzalo Albert, su editor de Suma de Letras. “Lo que más llamó mi atención es que ella sabía que para publicar una novela hacía falta algo más que escribirla”, explica Albert. Aquel fue solo el despegue de lo que vino luego: 75.000 ejemplares vendidos, 15 ediciones, premio al Mejor Debut Literario del Año de El Corte Inglés, y una segunda novela —Una promesa de juventud, que transcurre en la Suiza de la Segunda Guerra Mundial—, en la que ya trabajaba antes de lanzar la primera para “tener un plan b”.
La receta de Reig para dar con sus historias es elegir un lugar para viajar al pasado: “La escritura y la historia son mis dos grandes compañeras de viaje”. Leer una antología poética con una biografía de su tatarabuelo fue el detonante de Papel y tinta. Se vio reflejada en las aficiones de su familiar, periodista y poeta, y se dijo: “Si hubiera nacido en su época y hubiera querido tener la misma vida que él, ¿qué posibilidades habría tenido?”.
Sus relatos son el resultado de las tres versiones de sí misma que lleva alimentando durante años. Su yo periodístico se hace las preguntas, el historiador las responde y el escritor las sella en novelas. Ahora, sus cuadernos rebosan apuntes sobre la tercera, que ya está en el horno.
El éxito no le permite descansar del todo. “Es una carrera de fondo, hay que ser profesional todos los días, y aun así nadie te garantiza nada”, dice convencida. Su padrino profesional, Gonzalo Albert, lo tiene muy claro: “Es una gran novelista”. Pero ella, pese a todo, no despega los pies del suelo: “La última palabra la tienen los lectores”, afirma.