‘El nombre de la rosa’ ve el poder y la corrupción de la Edad Media

‘El nombre de la rosa’ es una de los libros más populares del escritor italiano Umberto Eco (1952-2016), de hecho, él confesó que esa historia parecía estar signada a perseguirlo toda su vida.

Una idea que se afianzó al estrenarse la película homónima en 1996, protagonizada por Sean Connery y Christian Slater, que no solo popularizó aún más la historia, sino que dio paso a una producción de culto y un mayor interés por Eco en todo el mundo.

Ahora, 24 años después, se estrena una miniserie inspirada en la obra, que se alimenta un poco del ambiente de suspenso y drama que se reveló en la película.

La trama de ‘El nombre de la rosa’ gira en torno a William de Baskerville, un fraile franciscano que en 1327 es enviado por el emperador de Roma a una abadía al norte de Italia a una cumbre en la que se notan ciertos conflictos entre el poder y la religión, en un contexto que se ve bruscamente afectado por una serie de asesinatos que De Baskerville y su discípulo Adso tendrán que investigar.

En ese proceso, los protagonistas se sumergen en una intriga llena de peligros, de secretos y de manipulación y control de saber y la información. La miniserie estará disponible completa (ocho episodios) desde este jueves en la plataforma StarzPlay.

Precisamente, el actor John Turturro (‘Barton Fink’, ‘El gran Lebowski’, ‘The Night Of’), que interpreta en la nueva versión a William de Baskerville, respondió en exclusiva unas preguntas para EL TIEMPO, acerca de este proyecto.

Es interesante la relación entre poder y de alguna manera la creencia religiosa, que se vio un poco en su serie ‘The Plot Against America’, y que ahora regresa en ‘El nombre de la rosa’…

Lamentablemente, toda la historia sigue siendo muy relevante hoy y en el mundo en que vivimos cuando explora la relación entre religión y política.

La gente trata de borrar a otras personas, tomar una idea y subvertirla para que se ajuste a sus necesidades, y algunos líderes han usado la religión muchas veces en la historia como una herramienta poderosa para subyugar a las personas.

No me gusta el dogma en ninguna religión, pero estoy fascinado con el tema. Y especialmente la religión a lo largo de la historia y cómo ha evolucionado. Siempre sospecho de las figuras de autoridad, pero estoy interesado en la religión, ya sea inherente a mí o cómo me acerco al mundo desde un punto de vista moral.

Hay una serie de matices novedosos frente a la película, como la aparición de mujeres…

Sí. El elemento novedoso es definitivamente la creación de Anna y, en general, dar a las dos mujeres principales más de historia y de psicología.

También fue importante para mí preservar los temas históricos y filosóficos. La pauta siempre fue que si no se sentía como Eco, no debería estar en el guión. Así como la relación entre William y Adso, que se ve como una asociación que los beneficia a ambos y no solo como una interacción estilo Sherlock Holmes y su asistente John H. Watson. Tiene un aspecto de tutoría y su diálogo es fundamental para la narración de la historia.

William con frecuencia desilusiona a Adso, pero también lo hace mirar las cosas desde un ángulo diferente, le enseña a no creer en todo tan fácilmente, a dudar algunas cosas que vive y piensa.

No me gusta el dogma en ninguna religión, pero estoy fascinado con el tema

De Baskerville es un personaje que da luz en un mundo de sombras, como ahora…

Creo que el libro de Eco sigue siendo muy relevante hoy. La intolerancia, el miedo al conocimiento, el miedo a la ciencia que existía en la época medieval todavía se ve.
El cambio climático también está ahí, William de Baskerville probablemente habría sido un defensor del medioambiente si hubiera estado presente hoy. Además, él se opone al absolutismo, a las personas que no hacen preguntas, a las personas que tienen miedo al conocimiento.

¿Qué fue lo más retador de esta historia?

El mayor desafío probablemente fue acostumbrarse al idioma, porque el libro incorpora muchos niveles diferentes de lenguaje y teníamos muchas palabras de Umberto Eco en el guión. También serle fiel al texto, encontrar el tono adecuado para mi personaje y en las escenas con los otros actores, mantener las cosas variadas e interesantes.

¿Cree que su personaje está lleno de contradicciones?

Sí. Es un gran investigador, pero también un hombre de ciencia y de fe, un filósofo y un ser de acción. Era un inquisidor pero renunció a la tortura. Un hombre que entiende el valor y la humanidad de las mujeres cuando eran temidas y demonizadas. En ese sentido, sus puntos de vista son muy modernos.

ANDRÉS HOYOS VARGAS
En Twitter: @AndresHoy1

 

FUENTE: EL TIEMPO