¿Por qué se han concedido dos premios Nobel de Literatura?

Después de un año de turbulencias y polémicas, la Academia Sueca ha decidido entregar dos premios Nobel de Literatura para intentar borrar el año en blanco (2018) y volver a darle lustro a la institución: estos han recaído en Olga Tokarczuk y Peter Handke. A grandes males, ya se sabe, grandes remedios, así que nada mejor que un dos por uno para intentar arreglarlo todo. A continuación repasamos cómo se gestó la gran polémica.

Jean-Claude Arnault
Jean-Claude Arnault

 

Dieciocho mujeres denunciaron en noviembre de 2017 en «Dagens Nyheter» abusos de una «personalidad cultural» próxima a la Academia Sueca, luego identificada como el artista francés Jean-Claude Arnault, esposo de la poeta y académica Katarina Frostenson. La institución cortó la relación con él y encargó una auditoría, que concluyó que se habían producido filtraciones y que el apoyo económico recibido por el club literario que dirigía Arnault incumplía las reglas de imparcialidad, al ser su esposa copropietaria.

El desacuerdo sobre las medidas que debían tomarse y la situación de Frostenson desencadenaron una oleada de renuncias dentro de la Academia Sueca: ocho de los dieciocho académicos presentaron su dimisión y en 18 el Nobel de Literatura no se entregó por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Entre quienes dejaron la institución figura su entonces secretaria permanente, Sara Danius, que la semana pasada anunció su salida definitiva diez meses después de abandonar el puesto.

La Academia Sueca ha impulsado en el último año varias reformas de sus estatutos y elegido a cinco nuevos miembros. Arnault fue condenado por el Tribunal de Apelación de Estocolmo a dos años y medio de cárcel por dos casos de violación de una mujer en octubre de 2011, aunque ha apelado al Supremo.

«Dadas las reformas que se han implementado y planificado, la Academia Sueca tiene la oportunidad no solo de dejar atrás el año pasado, sino también de convertirse en una organización que funcione mejor en el futuro», argumentaba la Academia en un comunicado que convertía en vagos eufemismos los escándalos por abusos sexuales y supuestas filtraciones que salpicaron al institución en 2017. «No habrá premio de Literatura mientras la Academia no recobre su credibilidad», dijo entonces el director de la Fundación Nobel, Lars Heikensten.

El 2018 fue un año para el olvido que la Academia Sueca, que ha aprovechado para someterse a una remodelación interna que desplaza parte del poder al Comité Nobel, formado por cinco expertos externos, y apuesta por una mayor transparencia en todos los procesos. Parece, o eso quieren demostrar, que ahora ya han recuperado la credibilidad perdida.

 

FUENTE: ABC