“La biblioteca: un espacio donde puedo ser yo misma”

Las aventuras de Tintín son una serie de historietas cómicas que se publicaron por primera vez en enero de 1929. 83 años después, exactamente en el 2012,  Valentina Acevedo Riveros descubrió, con las aventuras de un joven reportero llamado Tintín y su perro Milú, su amor por la lectura. Esta es su historia.

Valentina empezó a visitar la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo desde sus seis años, pero fue hasta los 8 años que este espacio se convirtió en su segundo hogar, pues su mamá la retiró del colegio presencial y empezó a ser homeschooler.

A pesar de que pasaba los días en la biblioteca, leer no le gustaba. Un día recorriendo el espacio encontró la sección de libros recomendados, y allí, entre varios ejemplares, hizo un clic casi instantáneo con Tintín. Valentina pasó horas leyendo todos los libros de aquel personaje icónico, tanto así que su cupo de préstamo no fue suficiente y llevaba a su madre para sacar libros con su carné.

Así como Tintín, Valentina siguió aventurando en la biblioteca en busca de nuevas historias, nuevos personajes y nuevas experiencias. Empezó a asistir a los cafés literarios, un espacio dedicado a la lectura y al diálogo, acompañados de una bebida caliente. Con 14 años, Valentina asistía a estos encuentros semanales, aunque nunca tuvo un compañero cercano a su corta edad.

Ahora Valentina tiene 16 años, practica esgrima, le gusta dibujar y pintar al óleo, está en grado 11 y se encuentra realizando su servicio social en ese espacio que la vio crecer: la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo. Por la contingencia, los cafés literarios a los que asistía semanalmente ahora son virtuales, y esto le dio inspiración para crear un nuevo espacio dirigido a jóvenes, por supuesto, con la complicidad de BibloRed.

Con la asesoría y compañía de Juan Pablo Villarraga, Mediador de Lectura del PPP Cantalejo, Valentina se reúne los lunes con aproximadamente 12 jóvenes a través de la plataforma Zoom. Sabe que la biblioteca puede ofrecer más que libros y en cada sesión se esmera por lograr un espacio de diálogo, lleno de risas y complicidad, pues afirma que “la lectura es un lugar donde uno se puede refugiar, salir un poco de la realidad y describir un mundo de fantasía”.

Inspirada en los Cafés Literarios de BibloRed, cada sesión tiene su particularidad, la imaginación siempre es protagonista y la originalidad digna de estos jóvenes hace de este, un espacio de libertad entre tanta cohibición a causa de la contingencia. Allí se oye hablar de una Rapunzel que vivía en un alto edificio a las afueras de Bogotá, que pasaba su tiempo viendo series en Netflix y videos en Youtube, e incluso de un Peter Pan que decidió conquistar a Campanita dejando la magia de lado y basándose en la física para intentar volar. Este tipo de historias son las que se generan en cada sesión de este espacio, siempre en un constante viaje lleno de nuevas historias, de personajes insólitos y grandes misterios.

Sin buscarlo, Valentina ha creado sus propias aventuras de la mano de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, historias dignas de la compañía de Tintín y Milú.

FUENTE: BIBLORED