Gloria Steinem, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades

La escritora y periodista estadounidense Gloria Steinem ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, concedido este miércoles en Oviedo. A sus 87 años, es una las madres del feminismo moderno, pieza clave en la segunda ola del movimiento en Estados Unidos, la que luchó por la aprobación de la ERA —la Enmienda de Igualdad de Derechos— en los 50 estados del país. El jurado, reunido telemáticamente, ha resaltado que, a lo largo de seis décadas, su activismo, “marcado por la independencia y el rigor, ha sido motor de una de las grandes revoluciones de la sociedad contemporánea”. Tras conocer la noticia, la autora ha agradecido el premio “por enaltecer el trabajo científico, cultural, social y humanitario que hace de nuestro mundo un lugar mejor”, ha asegurado. “Me siento humildemente honrada. Después de un año difícil para todos, estoy deseando que volvamos a reunirnos en celebración y comunidad”.

Nacida en 1934 en Toledo (Ohio), cada otoño, cuando era niña, su padre metía a la familia al completo en el coche y recorría Estados Unidos en busca de trabajo. De ahí que, dice Steinem, no conciba su vida sin movimiento. No la ha concebido nunca. En esos viajes, en los que todo eran posibilidades, y en los que la libertad estaba por todas partes, se plantó la semilla de su insumisión a un sistema, el patriarcal, que pretendía todo lo contrario. Y no pudo con ella.

La ganadora del Princesa de Asturias ha escrito sin descanso. Fundadora, junto a Dorothy Pitman Hughes, de su propia revista, la revulsiva Ms., es responsable de una lucha desde la palabra en todo tipo de cabeceras, de Esquire a New York Magazine, donde ejerció de columnista política, pasando por Cosmopolitan, publicación en la que realizó una brillante y escandalosa entrevista a John Lennon. Habló abiertamente del aborto, convirtiéndose su testimonio en uno de los primeros en visibilizar lo doloroso de la interrupción de un embarazo y, a la vez, lo necesario para poder “dirigir” su vida de la manera en que quería hacerlo.

Autora de las memorias Mi vida en la carretera (Alpha Decay, 2016), la única de sus obras traducida al español, y de al menos siete títulos más, entre los que figura Outrageous Acts and Everyday Rebellions (Actos escandalosos y rebeldías cotidianas), Gloria Steinem se ha mantenido siempre fiel a los principios de un movimiento por la igualdad que fue creciendo con ella, desde su primera experiencia en el activismo feminista en India a su trabajo como periodista en la citada Ms., que agotó sus primeros 300.000 ejemplares en ocho días, demostrando que el mundo la estaba esperando. Lo único que ella ha querido, desde el principio, como relata en Mi vida en la carretera es “abrir (el) camino, literalmente”.

Gloria Steinem durante la marcha del Día Internacional de la Mujer en la ciudad de Nueva York en 1975. Bettmann / Bettmann Archive

En una entrevista con este diario en 2016, Steinem declaró: “Siempre fui consciente de que existía un desequilibrio y una injusticia. Pero pensaba que podría superarlo individualmente. Siempre hubo un grupo de escritoras en Nueva York que se ayudaban entre sí y se aconsejaban sobre qué editor podría ser más razonable. Pero no me di cuenta de que esto podía cambiarse hasta que las mujeres del movimiento contrario a la guerra de Vietnam y el movimiento de los derechos civiles —movimientos que nuestra generación adoraba, pero en los que las mujeres seguían estando mayoritariamente en un papel tradicional— empezaron a rebelarse contra esto y a decir: ‘Un momento, debemos tener un movimiento autónomo para las mujeres”.

Su figura cobró relevancia más allá de sus escritos con Mrs America, la serie de FX, emitida por HBO España, que narra la gestación de la enmienda constitucional que garantizaría la igualdad de derechos entre sexos en los Estados Unidos de los años setenta. El eje narrativo está en Phyllis Schlafly, la furibunda antifeminista que interpreta Cate Blanchett, cuyas posiciones reaccionarias combate Steinem en primer término. Interpretada por Rose Byrne, la periodista y fundadora de la revista Ms. es alérgica al matrimonio —aunque acabó casándose a los 66 años, con el padre de Christian Bale— y de espíritu nómada. La Steinem real tildó la serie de “ridícula”, por enfocar la trama como “una lucha entre mujeres”.

 

Rose Byrne como Gloria Steinem y Tracey Ullman como Betty Friedan en la serie ‘Mrs. America’.

La escritora aseguraba el pasado mes septiembre a The New York Times que “aún queda trabajo por hacer” en lo que respecta a la lucha feminista. “La ventaja de ser mayor”, decía, “es poder decir que en mi época era todo mucho peor”. ¿Y qué la convirtió en la clase de líder sobre la que aún se estrenan películas, como la que el año pasado dirigió Julie Taymor, The Glorias? “Supongo que no cejar en el empeño, pero yo podía hacerlo porque aquel era mi trabajo. Nadie podía despedirme. Y no todo el mundo tiene esa libertad. Aunque si tuviera que quedarme con una sola cosa diría que el sentido del humor es clave. Cuando sabes reírte de ti misma puedes admitir errores, y eso es fundamental para cualquier líder”, respondía.

El galardón distinguió el año pasado en esta categoría a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), la más importante del mundo de habla hispana, y al Hay Festival, que echó a andar a finales de los años 80 en Hay-On-Wye, un pequeño pueblo galés, y se ha convertido en estas décadas en un encuentro con sedes en países como México, España o Colombia. Premia “la labor de cultivo y perfeccionamiento de las ciencias y disciplinas consideradas como actividades humanísticas y de lo relacionado con los medios de comunicación social en todas sus expresiones”. Y ha reconocido en ediciones anteriores al Museo del Prado, la periodista Alma Guillermoprieto, el grupo cómico Les Luthiers, los fotógrafos James Nachtwey y Annie Leibovitz, el pensador Emilio Lledó, el viñetista Joaquín Salvador Lavado Quino, el creador de videojuegos Shigeru Miyamoto, Google o EL PAÍS. El premio está dotado con una escultura de Joan Miró, un diploma, una insignia y 50.000 euros. El jurado que ha concedido el galardón estaba presidido por Víctor García de la Concha. La candidatura de Steinem fue propuesta por Socorro Suárez Lafuente, catedrática y coordinadora del Grupo de Investigación TransLIT de la Universidad de Oviedo.

FUENTE: El País